Primera reunión del Consejo de Ministros tras la formación del Gobierno en 2023 (Fuente: Moncloa)
Primera reunión del Consejo de Ministros tras la formación del Gobierno en 2023 (Fuente: Moncloa)

❤️‍🩹 Los tres poderes del Gobierno

El poder del Gobierno no es uno, sino trino: el explicativo, el expectativo y el (per)judicial.

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Quién iba a decirlo (yo no) después de las municipales y autonómicas de mayo y la sorprendente convocatoria de generales: tenemos reedición del Gobierno de coalición. Pero, pese a la victoria que eso supone para la izquierda, se abre una legislatura complicada. Porque una cosa es formar Gobierno y otra conseguir sumar mayorías en el Congreso para poder gobernar. Igual que el funcionamiento Estado, la acción de este Gobierno también va a estar dividido en tres poderes: en su caso son el explicativo, el expectativo y el (per)judicial.

 💼 Punto uno: el poder explicativo (que buscan)

El Gobierno, de nuevo, es cosa de dos. Pero de dos distintos a los de antes. Está el PSOE, y con ellos siguen algunos de los que estaban, pero no ya como Podemos, sino como Sumar. Y no es poca cosa. No ya porque la sintonía sea evidente, que lo es, sino porque las formas de hacer política y gestionar discrepancias con unos y con otros es bien distinta. 

El propio debate de investidura y la entrega de carteras ministeriales evidenció cómo de enquistada estaba la cosa: Irene Montero sonrió y asintió cuando Feijóo la usó para criticar a Sánchez, y no desperdició su última intervención como ministra para unirse a esa crítica con una particular bienvenida a su sucesora. 

Pero PSOE y Sumar no son homogéneos tampoco, ni entre ellos ni internamente. Y los retos que vienen en el horizonte evidencian que tendrán que gestionar el difícil arte de competir electoralmente mientras comparten despachos. Y, sobre todo, tendrán que explicar mucho y muy bien lo que quieran hacer para desmovilizar a la oposición (improbable) y aunar a los afines (complicado).

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz firman su acuerdo de gobierno en verano de 2023 (Fuente: PSOE)

❤️ En el PSOE la amnistía va a escocer, pero menos. El PP y sus medios afines intentaron hasta el último momento provocar una rebelión de barones. A los González, Guerra o Jáuregui tenía que haberse unido un García-Page que, finalmente, se resistió. Una vez pasado el trago, sólo queda recoger los frutos: se prevé una enorme crecida del PSC en Cataluña y un papel crucial del PSE en Euskadi para decidir quién gobierna en ambas regiones. Van a necesitar pedagogía, eso sí, para capitalizar el rédito de ser fuerte en las regiones menos nacionales de la nación.

🩷 En Sumar están iniciando el despliegue, y será complicado. Hace apenas unos días ‘nacían’ las marcas territoriales del movimiento político en Euskadi y Galicia para preparar su debut en las elecciones autonómicas que se avecinan y marcarán el arranque de la legislatura. El problema: que compiten contra fuerzas nacionalistas de izquierda… y contra la alargada sombra de un Podemos que se juega su supervivencia. El tono, de nuevo, será la clave diferencial.

🫰🏻 Punto dos: el poder expectativo (para rebajar)

El más evidente de los contrapesos dentro de la mayoría del Gobierno es el ideológico: Junts, PNV y CC no son partidos de izquierdas, y sus intereses estratégicos chocan con las políticas que, previsiblemente, saldrán del Ejecutivo. Por eso ya se mueven para formar su propio polo de poder interno a la espera de lo que suceda y activarlo en caso necesario. Hace unos días se reunían PNV y Junts en la sede de los ‘jetzales’ así de sonrientes por volver a la ‘normalidad’ política.

Miembros de Junts y el PNV en una reunión en la sede de los nacionalistas vascos (Fuente: PNV)

💙 Junts quiere volver a hacer política, y el pistoletazo de salida lo dio el otro día Artur Mas: en una entrevista en RTVE pedía volver a hablar de economía. Y es que la ley de amnistía, aparte de para marcar relato -fundamental a la hora de solventar conflictos-, sirve también para rehabilitarles para la política ‘real’. Saben que ambas cosas -relato y realismo- son necesarias si quieren frenar el ascenso de ERC. De ahí toda la escenificación diferenciada durante las negociaciones con el PSOE. Ahora bien, cuatro años son muy largos y seguro que hay presiones para que aquella convergencia de burgueses catalanes vuelva a ser lo que fue: un activo político que no piense sólo en cómo romper el tablero. Dicho de otra forma: habrá movimientos para que Puigdemont y los suyos den un paso al lado.

💚 El PNV cambia para que nada cambie. El partido más estático de todos no para de moverse: se plantó ante el PP advirtiéndole de que con Vox no había nada que hablar, anunció por sorpresa que el lehendakari Urkullu no repetiría como candidato y ahora maniobra para reencontrarse con sus ‘hermanos políticos’ de Junts en ese ‘polo’ de poder. La idea es que entre ambos, conservadores como son, puedan lograr que la política económica del Gobierno sea un poco menos de izquierdas. Y todo eso es posible porque se trata del único partido en el que el aparato manda más que su líder, y en el que nunca se mezclan la dirección ejecutiva con la lehendakaritza o la portavocía en el Congreso. Y todo eso mientras recuerdan, ahora que vienen elecciones, que invitaron a los socialistas a gobernar con ellos en Euskadi sin necesitarlo realmente. Las cosas claras, y los resortes controlados.

💛 Coalición Canaria ya sabe jugar. Hace no demasiado, CC siempre iba de la mano del PSOE. Luego, pasó a ir siempre contra el PSOE. Ahora ha apoyado la investidura de Feijóo primero y de Sánchez después. Su condición: que ambos garantizaran su ‘agenda canaria’. Ya podrían, con más diputados, sentarse en la mesa de Sabin Etxea como terceros comensales. El problema es que su destino depende de lo bien que juegue las cartas: gobiernan en Canarias, donde el PSOE fue la fuerza más votada, gracias al apoyo de un PP al que han dejado plantado. Veremos qué depara la agenda de la estabilidad en el gobierno insular.

✊🏻 Punto tres: el poder (per)judicial (para liarla)

Pero en fin, dirás, eso son los pactos: llegar a acuerdos entre diferentes para que lo que se apruebe contente un poco a todos. Ni tan de izquierdas como querría Sumar, ni tan poco de izquierdas como querría el PNV. El problema es que dentro de la mayoría de la legislatura hay un tercer bloque que va a estirar justo en sentido contrario a los anteriores -hacia la izquierda-, pero con un ánimo más de trinchera que estratégico.

💜 Si Podemos, apretemos. La consigna dentro de la formación morada está clara: ha concurrido a las elecciones dentro de Sumar, pero quiere resignificarlo a modo de caballo de Troya desde el que hacer oposición interna. Esa idea de ser ‘la izquierda combativa con la izquierda complaciente’ es la reedición de lo que era IU hace veinte años, pero aparece como única tabla de salvación para el proyecto. El plan es resistir para no desaparecer y, si todo va bien, recobrar fuerzas con la vista puesta en las europeas del año que viene. La forma de conseguirlo pasa por hacerse fuerte con las izquierdas soberanistas, que son vitales para la mayoría del Gobierno, y encabezar aquel polo plurinacional que ensayó años atrás y que puede devolverle el protagonismo que las urnas le han quitado.

Oriol Junqueras, Gabriel Rufián y Arnaldo Otegi en un acto conjunto de ERC y EH Bildu (Fuente: Agencias)

💛 ERC necesita ganar. A ellos el Congreso no les importa tanto como gobernar Cataluña. Por eso Esquerra necesita superar a Junts, con quienes compite en una guerra sin cuartel entre los escombros del ‘procés’. Y por eso serán combativos con los socialistas, para marcar perfil diferencial, al tiempo que intentan conseguir cuantas competencias puedan: Rodalíes es un triunfo como en su día lo fue hacer política desde la cárcel de Lledoners y no desde Waterloo. Luego ya dará igual si la primera fuerza es el PSC o son ellos, la cuestión es que Junts no esté en la ecuación del futuro Govern.

💚 EH Bildu va a por la lehendakaritza, y la mejor prueba de ello es que Otegi no será el candidato. Es evidente que, en el imaginario nacional, las sombras del pasado siguen atadas izquierda abertzale, y que eso hace difícil que el PSE les ayude a gobernar llegado el caso. Pero también es evidente que esta izquierda abertzale no es la de antes: esta tiene vocación de mayoría social en Euskadi, participa en la política nacional y quita (Rajoy) o pone (Sánchez) presidentes. Votar Presupuestos en Madrid mientras se busca la independencia marida bien en sus sondeos. No tendrán mayoría por sí solos, pero ya no es descabellado pensar en una victoria más simbólica -por ser la referencia nacionalista- que efectiva -porque el PSE pactará antes con el PNV que con ellos-. Pero muy simbólica.

🩵 Al BNG le conviene restar. Si el mapa político catalán o vasco es complejo el gallego no le va a la zaga, y es otro que también está por dirimirse. Parece difícil que se mantenga la época de mayorías absolutas del PP toda vez Vox va a intentar entrar en escena. Pero también parece claro que a la izquierda no hay sitio para todos: entrará el PSOE, y quizá sólo haya sitio para uno más entre Sumar, Podemos y el BNG, siendo que la barrera en el Parlamento gallego es del 5% de los votos. La posibilidad de que los tres concurran juntos parece una quimera, así que sólo queda esperar el choque entre al menos dos bloques: es o Podemos con el BNG o Sumar. Porque votantes de izquierda gallegos haberlos, haylos.

🤔 Uniendo los puntos

Parece que durante esta legislatura las turbulencias no estarán en el Consejo de Ministros, pero sí pueden estar en el Congreso. Y no se trata sólo de la posibilidad de que el bloque opositor (PP, Vox y UPN) se una de forma cohesionada contra las propuestas del Gobierno -previsible, aunque no seguro-. Se trata también de los contrapesos internos de las fuerzas que han hecho posible la investidura: unos, conservadores en lo económico y social, otros rupturistas en lo sistémico. Y en el centro de todo Pedro Sánchez, que ya ha visto pasar los cadáveres de tantos rivales que quizá ni se inquieta por estas menudencias.

Descansa, si no tienes oposición a ello, que te escribo en unos días 👋🏻