Cada país es un mundo en cuestión de pactos políticos: los hay donde son imposibles por el propio sistema, como EEUU o Francia, o donde son una cuestión cultural, como en Alemania. En España llevamos unos años transitando esa senda aunque en zonas como Cataluña ya tienen alguna experiencia previa. Y la convivencia nunca es fácil.
Procés
Visibilizando al contrario: ¿Es legítimo silenciar opiniones radicales para asegurar la convivencia?
La vida política se ha acelerado tanto que en unos pocos años han surgido y han decaído partidos con opciones de formar Gobierno. La pregunta es: ¿triunfan determinadas ideas porque son visibles o se vuelven visibles porque están suficientemente extendidas como para triunfar?
Lo que los medios ocultan (por tu bien)
Los medios seleccionan qué mostrar, en gran medida por razones operativas. Sin embargo, no sólo se trata de lo que cabe y lo que no. El problema viene, precisamente, cuando se elige no mostrar algunas realidades en teoría para ‘proteger’ a la audiencia.
Poniendo límites al humor: cuando las bromas son ilegales
La llegada de la democracia trajo consigo la explosión de múltiples manifestaciones humorísticas y artísticas impensables unos años antes. Ahora, décadas después, empieza a hacerse notoria cierta judicialización de expresiones antes toleradas.
Cobeaga y San José: una década riéndose de lo que no nos atrevemos a reír
En los últimos años el humor político ha ido abriéndose paso entre la ficción televisiva. El conflicto vasco, pero también el procés catalán, copan titulares y cartelera con un enfoque alejado de la tensión. El humor como respuesta a la confrontación.
Gestualidad, ropa y trucos de marketing: el ataque de los clones políticos
En una política cada vez más condicionada por la imagen, las tendencias se contagian. Las camisas blancas arremangadas para los que intentan lucir modernos, las melenas rubias para los ultranacionalistas, las gafas entre el soberanismo…
Por qué la estrategia de Piqué debería estudiarse en las escuelas de negocio
Es posiblemente una de las figuras más controvertidas del panorama deportivo nacional. Y lo es porque mezcla, de forma intencionada, polémicas sutiles con posicionamiento político. Pero Piqué no es un polemista sin más, ni sólo un deportista de élite.