Fuente: Congreso
Fuente: Congreso

Así hinchan algunos diputados sus estadísticas en el Congreso

Muchos diputados ‘clonan’ iniciativas variando sólo el nombre de la provincia y presentándola entre varios, engrosando sus estadísticas individuales. Es una práctica permitida por el reglamento y habitual en PP y PSOE.

 

Joaquí Sisó, que ahora tiene 82 años, fue diputado por Huesca durante dos legislaturas con Alianza Popular. En su segunda experiencia en el Congreso, que duró exactamente tres años menos tres días, fue capaz de poner en marcha la friolera de 4.841 iniciativas.

Fueron en total 1.093 días -1988 fue año bisiesto-, lo que significa que presentó casi cuatro iniciativas y media al día, incluyendo fines de semana, festivos y periodos sin actividad parlamentaria. La media real, por tanto, sería al menos un 50% superior ¿Hiperactividad? ¿Compromiso con el trabajo? Más bien aprovechamiento de los resquicios de la normativa parlamentaria que marcaron escuela

Lo que hizo Sisó, el diputado que más partido sacó a estos trucos, fue presentar un enorme número de iniciativas por escrito que eran idénticas entre sí con la salvedad de cambiar el ámbito de aplicación. Un ejemplo: preguntó por el número de beneficiarios de un programa de turismo social para la tercera edad en Córdoba. Y en Sevilla. Y en Barcelona. Y así en cada una de todas las provincias del país. Sólo cambiaba una palabra, de forma que con una sola iniciativa le valía como si hubiera presentado cincuenta y dos porque, de hecho, presentaba las cincuenta y dos.

Desde entonces hasta ahora ese arte es un clásico: son frecuentes las peticiones de información por escrito al Congreso en las que los diputados lanzan una misma solicitud diecisiete o cincuenta y dos veces (depenendiendo si es para cada Autonomía o para cada provincia y Ciudad Autónoma). Sin embargo con el paso de las legislaturas la táctica se ha intensificado y mejorado: ahora los diputados no sólo presentan iniciativas idénticas variando sólo el lugar por el que preguntan, sino queademás presentan la petición varios a la vez para sumarse la iniciativa por separado.

Por poner el ejemplo más llamativo, en el Congreso actual hay cincuenta diputados -uno de cada siete- que tienen nueve iniciativas presentadas en el año y medio que llevamos de legislatura, siendo el número con mayor incidencia. De esos cincuenta, cuarenta y cuatro son del PP, por tres del PSOE, uno del PNV, otro de CiU y otro de Amaiur. Todas las iniciativas de esos diputados del PP se han presentado por escrito y, salvo dos excepciones, son las mismas. Como mucho, cambia el orden en el registro.

Son una especie de grupo de ‘repetidores de iniciativas’, los que sólo tienen nueve… y ninguna es original suya. Y, entre ellos, algunos nombres muy conocidos.

El grupo de ‘las nueve’
Carlos Floriano Gerardo Camps Gabriel Elorriaga Cayetana A. Toledo Carlos Aragonés Ignacio Uriarte
Ignacio Gil Lázaro Ignacio Astarloa Concepción González Pablo García Juan Bertomeu Vicente Ferrer
Pedro G. de la Serna José L. Garrido Francisco Hoyos Bibiano Serrano Juan A. Abad Ovidio Sánchez
José M. Castillo Teresa Cobaleda Miguel Á. Cortés Eva Durán Antonio Román Federico Cabello
Juan M. Albendea Teresa M. Pozo Carmen Álvarez-Arenas Teresa Angulo Mª Jesús Bonilla Santiago Martínez
Dolors Montserrat Celinda Sánchez Carmen R. Maniega Ángeles F-Ahuja Belén Hoyo Ildefonso Pastor
Silvia Heredia María Jiménez Cristina Súarez Antonio Vázquez Juan C. Vera Concepció Veray

El truco actual: ‘clonar’ iniciativas y presentarlas conjuntamente

Pero el truco no termina ahí: ahora los partidos sacan aún más partido a estas iniciativas ‘clonadas’. En lugar de capitalizarlas en una sola persona, como Sisó, las asumen los diputados de cada circunscripción, de forma que en lugar de hinchar mucho las estadísticas de uno, se reparten los números entre las estadísticas de varios.

Es más, en otra vuelta de tuerca, los diputados de cada circunscripción copresentan la iniciativa clonada. Es decir, una iniciativa que se presenta en 52 provincias resulta que no la presentan 52 diputados distintos, uno por circunscripción, sino que todos los diputados de todas las provincias la firman, de forma que todos se anotan una iniciativa en sus estadísticas.

¿Ejemplos? Una de las preguntas repetidas en el ‘grupo de los nueve’ es sobre el número de entidades locales de cada provincia que han aprobado un ajuste. En Madrid la suscribieron catorce de los diecinueve diputados electos por el PP.

¿Es legal hacer esto? Según el reglamento del Congreso, sí: se admite que una iniciativa puede ser presentada por varios diputados, y la iniciativa engrosa las estadísticas individuales de cada uno de ellos aunque en el cómputo general de iniciativas cuente sólo como una. Cabe imaginar que esa posibilidad del reglamento se articuló pensando en iniciativas complejas o que incumbieran a varias áreas temáticas o geográficas, no para suscribir entre grupos de diputados iniciativas que, además, ni siquiera son originales suyas sino que responden a un modelo ya hecho en el que sólo se cambia el nombre del lugar.

¿Lo hace sólo el PP? No, también pasa en el PSOE, aunque su menor número de diputados le da menos visibilidad. Por ejemplo, una pregunta ‘clonada’ por regiones formulada por los socialistas fue acerca del número de «asesores» en los ayuntamientos de cada provincia. En el caso de Vizcaya, por ejemplo, la suscriben los dos diputados socialistas electos por esa circunscripción y en Jaén los cuatro diputados de allí.

En los partidos nacionalistas o con representación en pocas provincias la incidencia de estas técnicas es menor. Hay casos de multiplicación de preguntas específicas sobre cosas concretas de un mismo asunto, como por ejemplo la ristra de preguntas del convergente Pere Macías sobre el estado de ejecución de cada tramo de la ampliación del aeropuerto de Barcelona, por ejemplo.

También hay preguntas compartidas por varios diputados, como esta que copresentan los dos del BNG o esta de los tres de ERC, pero en casos que parecen justificables aunque también contribuyan a hinchar estadísticas. Estas prácticas no las siguen ni los diputados de UPyD, ni los del PNV ni los de IU, que suelen presentar sus iniciativas a título personal y centradas en las áreas geográficas o temáticas que cada uno asume. Tampoco, obviamente, los partidos con un solo representante.

El precursor: un diputado de los ochenta

Sisó fue un maestro en este arte, y valen como ejemplo algunas de sus preguntas. Mandó escritos pidiendo información de la situación en que estaba la redacción del Plan Hidrológico de la cuenca del Pirineo Oriental y de cada una de las cuencas del país, cada una por separado. También por el número de puestos de trabajos que se mantendrían en Menorca por la puesta en práctica del programa antes citado, o por la inversión que se haría en Castellón por ese mismo programa: en Menorca, Castellón… y el resto de provincias. En total, un centenar de iniciativas más para sumar con sólo dos cuestiones.

Fue constante también pidiendo los datos de paro registrado en Huesca (y en todas las demás provincias) cuando el INE no ofrecía esos datos. Así cada trimestre de cada año, provincia a provincia ¿No podría pedirse en una misma cuestión esos mismos datos indicando que se desglosen por provincias? Las estadísticas hubieran sido menos lustrosas.

Pero si por algo recuerdan a Sisó todavía hoy en el Congreso, además de por ser el que más explotó este resquicio del reglamento, fue por cuando pidió datos, municipio a municipio, sobre la instalación de línea telefónica. Aquí, por ejemplo, para Ribatajadilla, en Cuenca, pero también pidió los datos para localidades como Llica d’Amunt en Barcelona, Huarte-Araquil en Navarra o La Hoz de la Vieja en Teruel. Y así, con casi cada núcleo rural del paí hasta completar las casi cinco mil iniciativas que firmó.