El nacionalismo es en política lo que la fuerza contra una pared en Física: provoca respuestas que empujan en sentido contrario. Así, lo contrario al nacionalismo no es otra cosa que un nacionalismo distinto.
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De Lizarra a Cambo: así ha sido la travesía de la izquierda abertzale hasta el fin de ETA
La travesía de ETA hacia el final de la violencia ha contado con múltiples ayudas. La más importante, la de la propia izquierda abertzale a través de mensajes y gestos que, entre la lógica desconfianza del resto de fuerzas, ha ido acomodándoles en la política institucional como una fuerza más.
Nadie aplaudirá el desarme de ETA: ni el Gobierno, ni la sociedad… ni la propia ETA
Hace diez o veinte años no se concebía un desarme con indiferencia. La agonía de ETA se ha alargado tanto en el tiempo que hasta su final ha acabado por ser recibido con más hastío que alivio.
Pagar impuestos es un marrón necesario
A nadie le gusta pagar impuestos, pero la alternativa es mucho más desagradable. Contar con una Sanidad o una Educación públicas y de calidad depende no sólo de recaudar, sino también de evitar que se defraude. Y en eso políticos y empresas tienen mucho que aportar.
La Unión Europea, el inesperado recurso del nacionalismo
El nacionalismo, como ideología, puede seducir a muchos: quién no querría defender lo suyo frente al resto. Pero una vez fuera de la realidad territorial los equilibrios de poder se complican: los intereses de distintos nacionalismos chocan entre sí. Y eso, a su vez, lastra grandes proyectos supranacionales, como es el caso de la UE.