En política muchas mujeres han llegado a ser notorias segundas, pero en pocas ocasiones logran ser las primeras. La alargada sombra masculina también las amenaza. Y, sorprendentemente -o no-, sucede más en los países más desarrollados.
En política muchas mujeres han llegado a ser notorias segundas, pero en pocas ocasiones logran ser las primeras. La alargada sombra masculina también las amenaza. Y, sorprendentemente -o no-, sucede más en los países más desarrollados.