Unida pero rota, creciendo aunque amenazada: la UE respira (por ahora)
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Unida pero rota, creciendo aunque amenazada: la UE respira (por ahora)
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Eurovisión enseña mucho sobre política. En esta ocasión, sobre polarización y bipartidismo.
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Ian H. Robertson, profesor emérito de neurociencia del Trinity College, reflexiona en un reciente documental de la BBC acerca del origen del carisma, algo indispensable en la política actual… y no sólo en política.
Es lo más hortera y viejuno del panorama musical, pero también es un ejercicio de catarsis colectiva de los más longevos. El papel de Eurovisión a la hora de asentar el proyecto europeo es incuestionable a estas alturas: entre canciones, reivindicaciones y risas prevalecen los valores comunes y la exaltación de la unión. Todo es política, al fin y al cabo.
Las posibles injerencias rusas en las elecciones estadounidenses han hecho evidente una tensión latente durante años: hay una nueva Guerra Fría, más sutil, menos cruenta, y su nuevo terreno de combate son las redes sociales.
El nacionalismo, como ideología, puede seducir a muchos: quién no querría defender lo suyo frente al resto. Pero una vez fuera de la realidad territorial los equilibrios de poder se complican: los intereses de distintos nacionalismos chocan entre sí. Y eso, a su vez, lastra grandes proyectos supranacionales, como es el caso de la UE.