Puede parecer que una guerra con música es menos guerra, o más civilizada. Pero no deja de ser guerra. Múltiples servicios se disputan un mercado que ha tardado mucho en dar el paso de adaptarse al entorno digital.
Puede parecer que una guerra con música es menos guerra, o más civilizada. Pero no deja de ser guerra. Múltiples servicios se disputan un mercado que ha tardado mucho en dar el paso de adaptarse al entorno digital.