A sus 64 años, Patxi Zabaleta lleva tres décadas y medias en política. “Soy uno de los tres miembros de la primera ‘Mesa Nacional’ de Herri Batasuna que sigue en activo, pero hay tres profesiones de las que uno nunca se jubila: abogado, político y académico”. Y él tiene las tres. Antes de empezar, deja su iPhone 3G en la mesa, cuadra unos folios delante suyo y empieza a garabatear. Refuerza sus respuestas con expresiones como “sin duda ninguna” o “qué duda cabe” mientras dibuja. Lo único comprensible que queda en el papel al final de la entrevista es un 98 subrayado con insistencia cuando habla del sumario 18/98, “una de las mayores vergüenzas de la Justicia española”.