Alfonso Gil, secretario de organización del PSE, empieza la entrevista hablando de “nosotros, los socialistas vascos” y acaba hablando en primera persona. En medio, una respuesta de político de manual de varios minutos de duración en la que esquivaba la pregunta formulada. “No ha contestado a la pregunta”. Se ríe. En ese momento cambió el “nosotros” por el “yo” y la conversación fue otra. De las respuestas cortas, directas y ‘de partido’ pasa a reflexiones más personales. A un político de primera línea le cuesta quitarse la máscara.