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Los periodistas y comunicadores contamos historias. Algunas son crueles, otras graciosas. Algunas conmueven, otras entretienen. Muchas jamás serán recordadas, y otras ni siquiera serán leídas.

Acercamos lo que pasa en lugares remotos a la gente en su salón, o en el metro, o en la oficina. Intentamos descubrir cosas desconocidas, o sorprendentes. Explicamos cosas complicadas de forma que puedan interesar. Destacamos lo que es importante de lo que es accesorio. Hacemos que la gente tome conciencia de por qué algo le debería preocupar. Señalamos posibles consecuencias de lo que actualmente vivimos.

Eso cada día, cada hora, cada minuto.

Fuera quedan la pelea por los intereses comerciales, las ideologías, las censuras, el posicionamiento, la contraprogramación, las horas de máxima audiencia, las manipulaciones, los titulares tramposos, las fotos que engañan, la publicidad encubierta, la última hora…

Al final, lo último que queda, es el relato de cómo pasaron las cosas. O de cómo nos las contaron.

En esta página encontrarás un resumen de las cosas que más he disfrutado contando en más de una decena de medios de comunicación durante las dos últimas décadas. Y, además de en medios, en otros muchos sitios: aulas, instituciones, agencias, foros… y lo que esté por llegar.

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