Unida pero rota, creciendo aunque amenazada: la UE respira (por ahora)
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Unida pero rota, creciendo aunque amenazada: la UE respira (por ahora)
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Eurovisión enseña mucho sobre política. En esta ocasión, sobre polarización y bipartidismo.
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Cada país es un mundo en cuestión de pactos políticos: los hay donde son imposibles por el propio sistema, como EEUU o Francia, o donde son una cuestión cultural, como en Alemania. En España llevamos unos años transitando esa senda aunque en zonas como Cataluña ya tienen alguna experiencia previa. Y la convivencia nunca es fácil.
El Rey no suele hacer uso de los mensajes a la nación fuera de fecha, y si lo hace es para algo muy importante. El coronavirus sin duda lo es, pero ¿acaso los escándalos de corrupción de la familia real no lo son?
De tocar el cielo a derrumbarse en el suelo. Ciudadanos lideraba las encuestas ante un PSOE envuelto en guerras internas y un PP corroído por los escándalos, pero jugó todas sus cartas mal y ha acabado por besar la lona en los mismos sondeos que antes le encumbraban. El tiempo de Albert Rivera puede estar llegando a su fin.
Es imposible gobernar si antes no has sobrevivido políticamente a tus enemigos internos. Es más, en ocasiones es imposible sobrevivir a los enemigos internos si no acabas por gobernar.
El partido de Albert Rivera ha sido muchas cosas, pero sobre todo una: una balsa de aceite. Sin embargo, la moción de censura hizo tambalear su estrategia. Y no será porque no hayan tenido tiempo antes: cuando la formación nació no existía Vox, ni Podemos… ni siquiera UPyD.
La exitosa moción de censura de Pedro Sánchez dejó a Ciudadanos descolocado. De ser un partido en ascenso meteórico a que los sondeos pronostiquen su derrumbe. Por lo pronto, han optado por endurecer su discurso para competir contra el PP en plena convulsión conservadora por la irrupción de Vox.
Andalucía ha sido, durante décadas, un poder en la sombra para la política nacional. Sin hacerlo visible, tuvo un peso específico claro en las decisiones del PSOE. Ahora la atalaya se ha venido abajo: Andalucía ya está en manos del PP.
Los sobresaltos empiezan a ser una constante en la política patria de los últimos años. Hasta el punto en que Andalucía podría dejar de ser socialista por primera vez en la democracia, y todo gracias a los votos de una ultraderecha que ha conseguido regresar a las instituciones.