Los partidos que emergieron de la desafección política intentan sobrevivir a su peor momento.
📩 Suscríbete al boletín pinchando aquí
Los partidos que emergieron de la desafección política intentan sobrevivir a su peor momento.
📩 Suscríbete al boletín pinchando aquí
La fórmula del liderazgo telegénico empieza a agotarse, y eso ha lastrado las posibilidades de Más País. Sin embargo no es ese el único motivo, y posiblemente tampoco el principal. Sencillamente, el voto no puede seguir fragmentándose en opciones políticas infinitas.
Es imposible gobernar si antes no has sobrevivido políticamente a tus enemigos internos. Es más, en ocasiones es imposible sobrevivir a los enemigos internos si no acabas por gobernar.
Niegan la rebelión interna, pero lo parecía. Y fracasado el intento de golpe llega una contienda que se presume larga y cruenta. La estrella creciente de Podemos ha llevado a la formación ante una encrucijada en la izquierda: el posibilismo de pactar o la ortodoxia de dominar. La guerra acaba de empezar.
Todos los partidos políticos tienen dos almas, pero en algunos casos la distancia entre ambas hace que las derrotas puedan acabar en escisiones. Entre tanta facción de izquierda cabe adivinar un hueco de renegados entre PSOE y Podemos.