El cierre es a la vez el final de una época —la del exceso y la manipulación— y el inicio de otra —la de la liquidación de participaciones públicas y estatales que hasta hace poco parecían intocables—. Exageradamente grande, folclórico, opulento, parcial… RTVV simbolizó el boom valenciano, la extensión de una red de influencias inapelable, una apisonadora de opiniones. Su cierre muestra el simbolismo de una época donde las funciones de lo público se pervierten hasta justificar su desaparición, ya sea con una privatización o con un cierre.