El fútbol ya no es como era. Cambian los escudos, cambian quienes los defienden y hasta quienes los gestionan. La vinculación territorial entre clubes y localidades ha sucumbido a la lógica de un negocio globalizado.
El fútbol ya no es como era. Cambian los escudos, cambian quienes los defienden y hasta quienes los gestionan. La vinculación territorial entre clubes y localidades ha sucumbido a la lógica de un negocio globalizado.