El 4 de abril de 2006 escribí un reportaje (que enlazo desde otra fuente porque Periodista Digital lo ha borrado) acerca de cómo se enriquece la prensa española gracias a los anuncios de prostitución, a lo que eufemísticamente llamamos “anuncios de contactos“. Cogiendo los cuatro principales diarios del país en un día cualquiera y sabiendo cuánto le cuesta al anunciante cada palabra, se puede hacer una estimación sencilla. El resto, posturas, historia y consideraciones, era mera documentación.
Semanas después de escribir aquel reportaje contactó conmigo Lourdes Muñoz, diputada del PSC y blogger empedernida (como sucede con muchísimos políticos catalanes, por cierto). Me dijo que estaban estudiando la situación de la prostitución en nuestro país, que estaban pidiendo a diversos expertos que intervinieran y ofrecieran su postura acerca del tema con la finalidad de presentar un informe al Gobierno. Quería que me sumara a la lista de comparecientes.
Me encargó un informe de tipo económico, desde una perspectiva global, pero centrado en el caso de España. Tras unas semanas de elaboración, presenté un documento de casi 100 páginas, en el que recopilaba opiniones de expertos y datos económicos que había podido ir recabando.
El día 11 de julio me convertí, según lo que me dijeron, en el ponente más joven de la historia del Congreso, lo cual representa un enorme honor. Es toda una experiencia, como dije entonces, estar en esa casa, y que por una vez (imagino que será la única en mi carrera profesional) sean los políticos los que quieran saber mi opinión y, además, me hagan preguntas.
El resultado final de todo aquel trabajo fue la presentación de una lista de conclusiones y recomendaciones al Gobierno entre las cuales estaba la mía: que se retiraran los anuncios de prostitución de los medios de comunicación, que tratan el tema siempre con rechazo o, cuanto menos, distancia, pero que luego se lucran a costa de él. A día de hoy sólo un periódico ha decidido retirar estos anuncios y, con ello, dejar de ganar dinero de esta forma. Y tengo el orgullo de decir que es el periódico en el que trabajo, lo cual le ha conllevado críticas,alabanzas e incluso premios.
Finalmente, en 2008, el Gobierno pidió a los medios que dejaran de publicar anuncios de prostitución. El virtud a la ley española (gracias al cielo), el Gobierno no puede decidir qué se publica y qué no, así que poco más que una petición se puede conseguir mientras la prostitución no se regule. A día de hoy, salvo periódicos como el ya citado 20 minutos y Público, más casos como Avui y otros de reciente aparición, todos los demás siguen lucrándose de una realidad social que frecuentemente critican en nombre de la ética.
Si quieres descargar el informe que presenté, lo tienes aquí.